8 consecuencias del envejecimiento masivo y la baja natalidad en Japón: los baby boomers entran en edad avanzada

Japón enfrenta en 2025 un punto de inflexión demográfico sin precedentes. Mientras la generación del baby boom (los llamados baby boomers) alcanza los 75 años —con 2.69 millones de nacimientos registrados en 1949—, el número de nuevos nacimientos ha caído a un mínimo histórico: apenas 721 mil bebés en 2024, según datos preliminares del Ministerio de Sanidad, Trabajo y Bienestar. Es la cifra más baja en 75 años de registros oficiales.
Este doble fenómeno marca el inicio del llamado Problema 2025, una crisis multidimensional que, según expertos del Instituto para Estudios de Política Internacional (IEPI), afectará profundamente a Japón en los planos económico, social y geográfico.
Estas son las principales formas en que la crisis de natalidad golpeará al país:
Colapso del sistema de atención a la tercera edad
Con el ingreso masivo de baby boomers en la “edad avanzada”, se prevé un aumento repentino de personas que requerirán cuidados de enfermería, lo que incrementará la presión sobre el personal sanitario y provocará escasez en la fuerza laboral especializada.
Presión insostenible sobre la Seguridad Social
La seguridad social ya representa la principal fuente del déficit presupuestario japonés. El aumento de las necesidades de atención y las primas de seguro podría comprometer aún más su sostenibilidad, alertan los expertos del IEPI.
Crisis urbana en las grandes ciudades de Japón
Regiones como Tokio, Osaka y Nagoya experimentarán con mayor intensidad el envejecimiento poblacional. Aunque el Gobierno ha iniciado políticas para descentralizar y mejorar la atención en estas áreas, se exige una planificación geográfica más ambiciosa.
La suma de estos factores puede derivar en una crisis de desigualdad, especialmente entre los adultos mayores. En este grupo se incorporará un sector particularmente vulnerable: quienes fueron víctimas del colapso de la burbuja económica en los años 90 y quedaron marginados del sistema laboral.
Disminución dramática de la población
Las proyecciones apuntan a una pérdida del 30% de la población total para el año 2070 si no se revierte la tendencia de baja natalidad.
¿Por qué en Japón ya no quieren tener hijos?
Cada vez más parejas en Japón deciden no tener hijos o limitarse a uno solo. Según una encuesta del Instituto Nacional de Estudios de Población, el principal obstáculo es económico: ocho de cada diez parejas consideran que el alto coste de la educación infantil les impide ampliar la familia. A esto se suma la falta de espacio, especialmente en ciudades como Tokio, donde más hijos implican mudarse a viviendas más grandes, algo fuera del alcance de muchas familias.
El agotador ritmo laboral también juega un papel clave. Seis de cada diez japoneses dicen que es muy difícil conciliar trabajo y vida familiar, y las largas jornadas laborales desincentivan la crianza. Aunque existen ayudas económicas y acceso a guarderías, el gran desafío sigue siendo el escaso uso del teletrabajo y la falta de flexibilidad laboral.
Además, la desigual distribución de tareas en el hogar desincentiva a muchas mujeres: dedican cinco veces más tiempo que los hombres al cuidado de los hijos y las labores domésticas. Todo esto configura un entorno poco favorable para formar familias más grandes, en medio de una crisis demográfica cada vez más urgente.