BANDA BASSOTTI HACE VIBRAR A LA CAPITAL MEXICANA EN EMOTIVO CONCIERTO

La noche del jueves 29 de mayo de 2025, el Foro Veintiocho de la Ciudad de México vivió uno de esos episodios que quedarán grabados en la memoria de quienes aún creen en el poder transformador de la música. En un ambiente cargado de energía, consignas y hermandad, se llevó a cabo un emotivo y combativo concierto encabezado por la emblemática agrupación italiana Banda Bassotti, que volvió a pisar suelo mexicano con la misma fuerza de siempre. Bajo la producción de Producciones Gorilla, el evento no solo fue un recital musical, sino un verdadero encuentro antifascista, una jornada de resistencia sonora donde el mensaje político y la emoción colectiva se entrelazaron sin concesiones.
Viejos militantes de la contracultura, familias enteras portando banderas negras y rojas, camisetas con leyendas anarquistas o comunistas, chalecos cubiertos de parches, todos se dieron cita en este espacio alternativo de la capital mexicana para presenciar lo que muchos ya llamaban un minifestival con causa. La diversidad del público era reflejo del alcance ideológico y generacional de las bandas que se presentarían, y también testimonio de cómo la música sigue siendo una trinchera para quienes no encuentran eco en las narrativas dominantes.
Vantroi, agrupación mexicana con una larga trayectoria dentro del punk combativo, lejos de presentarse con tibieza desde los primeros acordes sacaron la artillería pesada con temas como “En mal estado”, una canción que ha sabido envejecer como himno entre generaciones de inconformes. El público respondió con puños en alto y coros vibrantes. Más tarde, Vantroi sorprendió con una intensa versión de “Abecedario sin letras”, el clásico de Platero y Tú, ejecutado con crudeza y precisión, demostrando la vigencia de la protesta en voz propia o ajena, además de otros viejos hits como “El mión”, tema provocador que generó sonrisas cómplices y saltos desbordados. La banda se despidió entre vítores, habiendo dejado en claro por qué es una de las más queridas dentro del circuito del rock combativo nacional e internacional.
La noche continuó con la presentación de Barra Brava, grupo originario de Mexicali, que se ha caracterizado por su mezcla incendiaria de punk oi! y ska con una fuerte carga política. Desde el primer momento establecieron un ritmo contagioso que puso a bailar incluso a los más escépticos. En su repertorio incluyeron una poderosa versión de “Mierda de ciudad” de Kortatu, la cual fue coreada por todo el foro con una intensidad estremecedora. No faltó el clásico “Monkey Man” de The Specials, interpretado con energía y respeto a sus raíces jamaicanas. También dieron espacio a sus composiciones propias como “Extremo Norte”, una canción que recoge las experiencias fronterizas del norte mexicano con crudeza y poesía. Barra Brava confirmó su calidad musical y su compromiso social, logrando un vínculo instantáneo con el público capitalino.
Y entonces, como si el reloj se detuviera por un instante, irrumpió en el escenario la esperada Banda Bassotti. Con décadas de historia a cuestas, esta agrupación originaria de Italia desplegó una presentación contundente, cargada de emociones, historia y lucha. Cada canción fue recibida como un acto de comunión. Sonaron temas como “Luna Rossa”, cuya carga melancólica y revolucionaria arrancó lágrimas a más de uno; “Mockba”, himno anticapitalista por excelencia homenajeando la Revolución de Octubre, que convirtió el foro en un coro unísono; y “Stalingrado”, pieza infaltable en su repertorio, que fue recibida como un grito contra la guerra y el olvido. La banda, formada por músicos antifascistas que reivindica la lucha obrera no dejó de enviar mensajes contra la opresión, el racismo y el autoritarismo.
Uno de los momentos más intensos de la noche llegó con su versión de “Ellos dicen mierda” de La Polla Récords, canción que detonó una explosión de saltos, empujones y cánticos de rabia compartida. Y como era de esperarse, el cierre fue con una interpretación monumental de “Bella Ciao”, canción partisana italiana que conmovió hasta a quienes la han escuchado decenas de veces. El público la coreó de principio a fin, alzando sus voces como si cada palabra fuera una declaración de principios. Al terminar, los integrantes de Banda Bassotti alzaron los puños y agradecieron en español, visiblemente emocionados por la respuesta y calidez de la audiencia mexicana.
La noche no habría sido posible sin el enorme esfuerzo de Producciones Gorilla, quienes demostraron una vez más que la autogestión, cuando se hace con amor, visión y compromiso, puede generar eventos de altísima calidad. El sonido impecable, la puntualidad en los cambios de banda, el respeto entre músicos y organizadores, así como el ambiente general del foro, hicieron de esta fecha una experiencia gratificante para todos los presentes. Más allá del espectáculo, el evento se vivió como una jornada de comunidad, donde la música fue vehículo de ideas, emociones y esperanzas compartidas.
A la salida, algunos asistentes aún coreaban fragmentos de canciones, otros debatían entre cervezas y abrazos, y algunos más se tomaban fotos frente a las mantas antifascistas que adornaron el foro llevadas por los mismos asistentes. Se respiraba esa mezcla de alegría y conciencia que pocas veces se encuentra en los conciertos masivos. Lo que ocurrió esta noche en el Foro Veintiocho no fue una simple tocada: fue un acto político, una fiesta del pensamiento crítico, una celebración de la música como herramienta de lucha. Fue, en definitiva, una de esas noches que hacen que todo valga la pena.