
Yassine Cheuko, el guardaespaldas personal de Lionel Messi en Inter Miami, se convirtió en una figura tan reconocida como el propio astro argentino, gracias a su implacable labor para garantizar la seguridad del campeón mundial en la Major League Soccer (MLS). Su salario y su trayectoria de élite reflejan la importancia y exigencia de cuidar a una leyenda del futbol.
Aunque no pisa el campo, Cheuko gana alrededor de tres millones de dólares anuales, convirtiéndose en uno de los empleados mejor remunerados del club fuera del terreno de juego. Además, cuenta con un bono extra de medio millón si cumple exitosamente su labor de protección durante la temporada. Cabe destacar que este salario lo cubre Inter Miami, no Messi.
Cheuko proviene de los Navy Seals, la fuerza de operaciones especiales de la Marina de EE.UU., un perfil que lo dota de disciplina, rapidez y firmeza. Su presencia en los partidos es esencial para controlar el entorno de Messi, sin hacer distinción alguna ante aficionados. Sin embargo, su estilo directo le ha ganado críticas por “prepotencia y poco tacto” al apartar a quienes intentan acercarse al futbolista.
El fichaje de Cheuko fue impulsado por David Beckham, copropietario del Inter Miami y exestrella del fútbol, quien conocía al guardaespaldas desde la etapa europea de Messi. La idea era reforzar la seguridad en Estados Unidos, donde la percepción es que los protocolos son menos estrictos que en Europa.
La intensidad de Cheuko en su función provoca situaciones polémicas. El 30 de julio, durante un partido contra Atlas, fue sancionado con suspensión tras empujar a jugadores rivales mientras Messi celebraba un gol. Este hecho llevó a que el Comité de la Leagues Cup le impidiera asistir a un partido crucial contra Tigres. En marzo, la MLS le prohibió estar en las líneas de banda, medida que ha generado frustración en Cheuko, quien critica la falta de concentración y efectividad de la seguridad local.
Aunque durante los partidos la vigilancia es estricta, Messi ha sido visto en su día a día sin la compañía constante de Cheuko, especialmente en lugares públicos como supermercados, sorprendiendo a sus seguidores y mostrando una faceta más relajada fuera del campo.